domingo, 6 de enero de 2013

Preparados, listos… ¿a comprar?

NOTICIA



Al igual que la Navidad o la Noche de Reyes, el primer día de las rebajas se ha convertido en toda una tradición en nuestro país y de paso, en Zaragoza. Pero… ¿podemos seguir manteniendo este ritual consumista con los tiempos que corren? Los comercios y grandes superficies intentan por todos los medios que así sea con miles de descuentos y ofertas para atraer a unos consumidores que cada vez miran más por el ahorro.


El año que acabamos de dejar ha sido nefasto para las ventas debido principalmente a la una y otra vez repetida crisis económica, pero este no ha sido el único problema. Las obras del tan cacareado tranvía del señor alcalde y su equipo de gobierno también han afectado, y mucho, a las cajas de los establecimientos. No es plato de buen gusto ir a comprar esquivando vallas y saltando zanjas mientras el sonido de un martillo neumático atraviesa tu cabeza de un oído a otro.
Los comerciantes no creen que las rebajas les salven el año, pero por intentarlo que no quede. 

En la capital aragonesa los escaparates ya están llenos de las clásicas cartulinas de colorines anunciando rebajas y oportunidades. Casi siempre estos descuentos suelen comenzar alrededor de un 30% al principio de la época de rebajas, aunque si la cosa no funciona éstos pueden aumentar incluso al 50 o al 60 %, una barbaridad.

La polémica subida en septiembre del IVA en todos los productos también han contribuido al descenso de las ventas, aunque las grandes superficies han pregonado a los cuatro vientos que ellos asumirían la diferencia del nuevo importe con el anterior, pero han sido los que menos, ya que el pequeño comercio es incapaz de soportar económicamente semejantes maniobras de marketing.

En el otro lado, los consumidores han aprendido a establecer prioridades en sus compras. Como dice el refrán, la letra con sangre entra, y los problemas económicos que padecen muchas familias hacen que el mayor montante de sus gastos vayan destinados a productos de primera necesidad. Es decir, alimentos y medicamentos, dedicando cada vez menos a cosas que no son prioritarias como ropa o complementos.

No todo es negativo, por supuesto. Los comerciantes esperan aprovechar el tirón final de las navidades ya que la Noche de Reyes aún está por llegar y muchos no han comprado sus regalos todavía esperando la llegada de las rebajas de enero. Además, muchas personas no dejan escapar ‘una buena ganga’ si la ven, fieles al dogma capitalista con el que hemos sido educados.


Texto: Alberto Larrodé
Fotografías: Nuria Cristóbal

No hay comentarios:

Publicar un comentario