Las instalaciones cierran los sábados
Los recortes las dejan sin presupuesto para renovar los fondos
Villancicos adaptados a la ocasión, silbatos y pancartas: esas son las armas de los trabajadores de las bibliotecas públicas en su lucha por evitar que los recortes les afecten todavía más. El día 22 de diciembre convocaron una concentración frente a la puerta de la Biblioteca de Aragón, situada en la calle Doctor Cerrada. Entonando canciones de protesta y en medio de un ambiente reivindicativo, trataban de evitar lo que hoy es ya una realidad: todos aquellos usuarios que acudían a estas instalaciones los sábados ya no podrán hacerlo; desde el 1 de enero solo abrirán de lunes a viernes.
Las 12.000 firmas que se entregaron en la DGA el pasado día 13 de diciembre contra el cierre de los sábados no han logrado paralizar esta medida. ¡Qué extraño! pensarán algunos; con el gran caso que hacen nuestros políticos a las protestas ciudadanas. ¡Ah, no! ¡Qué no estamos en periodo electoral! A pesar de ello, se seguirán recogiendo firmas en las diferentes instalaciones como muestra de rechazo hacia los recortes en estos centros porque, quien no llora, no mama.
Varios usuarios y algunos
transeúntes se unieron a la protesta coreando lemas como No a los recortes o La
cultura no es un lujo. El cierre durante
el fin de semana no es su única preocupación; las veinticuatro bibliotecas
municipales de Zaragoza llevan un año sin dinero para poder actualizar sus
fondos y no hay ninguna cantidad asignada para ello en el presupuesto de 2013. Las
donaciones de instituciones o particulares son ahora uno de sus principales
medios para renovar los volúmenes que se encuentran en mal estado o adquirir novedades.
Teniendo en cuenta que normalmente donamos lo que no nos gusta, es mejor no
saber cuáles son las últimas adquisiciones. Para contribuir a la causa, en la
concentración se pidió a los usuarios que donaran un libro, un CD o un DVD como
muestra de apoyo.
El bibliotecario Jesús Aguirre
fue el encargado de dar forma a las reivindicaciones con la lectura de un
manifiesto. En él, piden al Gobierno de Aragón que se dote a las bibliotecas de
recursos suficientes para materiales, que se mantengan los horarios de apertura
y que se disponga del personal necesario para la apertura de todos los centros.
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Lectura del manifiesto |
Y es que no solo no se cubren las
jubilaciones o bajas, sino que además, para que haya servicio en unos barrios,
debe anularse en otros. Las bibliotecas rurales de Monzalbarba, Montañana,
Movera, La Cartuja, San Juan de Mozarrifar y Peñaflor sufren cierres puntuales
por falta de personal, ya que sus trabajadores deben atender el Bibliobús de
Parque Goya, Valdespartera y Vadorrey. Es un ejemplo inmejorable de cómo (no)
gestionar los recursos.
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