viernes, 4 de enero de 2013

Cooperativa al volante


OPINIÓN



 

 
La situación actual ha provocado que las cifras del paro y los conflictos laborales sean uno de los temas clave en cualquier tertulia radiofónica. Y al hilo de ello pueden oírse decenas de recetas y consejos contra el desempleo: hay que estar preparado, dominar varios idiomas, saber trabajar en equipo, ser responsables, organizados, originales y creativos -como si la creatividad se comprara en el quiosco de la esquina- y un sinfín más de cualidades. Hay que convertirse en el Supermán – o Superwoman- de los empleados. Es como si en unos Juegos Olímpicos tuvieras que presentarte a todas las pruebas.
 
Se echa en falta oír otro tipo de ideas; por ejemplo, las alternativas al trabajo por cuenta ajena que tienen las personas en paro o trabajadores cuya empresa atraviesa dificultades. Cuando aparece algún caso novedoso de gestión laboral se trata en los medios de comunicación como algo tan difícil de conseguir que desanima a cualquiera dispuesto a intentarlo. Por ello, es una buena noticia enterarse de que la cooperativa que quiere presentarse al concurso para la contrata del autobús urbano de Zaragoza cuenta ya con 300 socios.

La idea de formar una cooperativa se originó a partir del CUT, el sindicato mayoritario de la empresa Tuzsa - la actual beneficiaria de la explotación-. La plantilla de Tuzsa es de 1200 trabajadores y el 25% de ellos ha decidido hacerse socio de la cooperativa; competirán así en el concurso con la empresa a la que pertenecen.

Aunque algunas voces se habían alzado pidiendo la municipalización del servicio de transporte urbano, el Ayuntamiento de Zaragoza descarta esa opción. Los partidarios de la municipalización destacan el ahorro de dinero público y la mejora de la calidad. Con esta posibilidad fuera del tablero, la creación de una cooperativa gestionada por los propios trabajadores trae un soplo de aire fresco.


Oficina de Tuzsa
Los empleados de Tuzsa han recurrido a numerosas huelgas como forma de protesta por la mejora de sus condiciones laborales; la empresa no garantiza sus puestos de trabajo en un futuro y sus sueldos han peligrado en varias ocasiones. Según el Comité de Empresa de Tuzsa, la puesta en marcha definitiva del tranvía supondrá el recorte de 11 líneas y la supresión de tres; a pesar de ello, la cooperativa pretende mantener los 1200 puestos de trabajo.


Como en casi todos los casos en los que las intenciones son buenas, van a tenerlo complicado. No solo por que compiten en desigualdad de recursos con una multinacional que ha gestionado siempre el servicio de transporte urbano, sino por otro tipo de problemas más prácticos. La oferta que se presente al concurso público debe estar acompañada por un aval de 8 millones de euros y son los socios los que deben aportar esa cantidad. Aunque desde el Comité de Empresa han comunicado que cuentan con varias entidades bancarias dispuestas a facilitarles el crédito, se trata de un desembolso que hay que tener en cuenta. Además, la cooperativa va a recurrir el pliego de condiciones del concurso por que asegura que favorece a Tuzsa, por lo que parten en desigualdad de condiciones.


El tiempo dirá quién gana la partida. Al menos nadie podrá decirles a los trabajadores que no lo intentaron: ofrecen una alternativa. Ojalá hiciéramos entre todos que cundiera el ejemplo.

Texto: Mila Herrera
Fotos: Tuzsa
 


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