NOTICIA
Gente. Mucha
gente. Matrimonios con hijos. Jóvenes ocultos. Algunos hombres buenos. Todos
ellos reunidos en un centro comercial. Podría ser la estampa de cualquier
ciudad española. Cualquier jungla de cristal. Pero hablamos de Zaragoza. De
Gran Casa, concretamente. Y allí está uno, con la ilusión de un niño, esperando
para entrar al cine. Si uno se fija, descubrirá que todos los presentes
comparten dos cosas: ganas de pasar un buen rato y, sobre todo, pasión por el
cine. Por el buen cine. Por las películas añejas, clásicas, de culto. Apenas
pasadas las siete y media de la tarde, la sala abre sus puertas.
Volamos hasta los
ochenta, evitando las molestias que suponen unos peinados y ropajes excesivamente
horteras. Sentimos el precio del poder. De poder ser niños otra vez. Y,
simplemente, disfrutamos. Nos dejamos llevar. Soñamos de nuevo.
Pero despertamos.
Regresamos al futuro. Más crecidos. Con barba, incluso. Y, entonces, sonreímos.
Una sonrisa que tardará en dejar nuestro rostro. ¡Jo, qué noche!
La experiencia
anteriormente relatada tuvo lugar hace menos de dos meses. El pasado 22 de
noviembre, Phenomena On Tour aterrizó, como pudo, en la ciudad de Zaragoza.
Cerca de un centenar de personas, incluido un servidor, se reunieron para
disfrutar del cine de siempre. En aquella ocasión, las elegidas fueron “Dentro
del laberinto”, de Jim Henson, y “Los Cazafantasmas”, de Ivan Reitman. Fue la
primera vez en la que esta original iniciativa barcelonesa, activa desde 2010,
visitó nuestra ciudad.
Afortunadamente,
no será la última. Y es que, para nuestro gozo, amenazan con regresar. Segundas
partes SIEMPRE fueron buenas. Así pues, vuelve el cine más emblemático. Vuelve
el cine que marcó a una generación. Vuelve Phenomena. Nostalgia en estado puro.
La profecía, se ha cumplido.
La peculiar
experiencia cinéfila retorna a la capital aragonesa para ofrecer una sesión
dedicada al bueno de Quentin Tarantino. Los Cines Palafox serán el escenario
elegido en esta ocasión. El próximo día 20 de enero, la fecha a marcar en el
calendario.
¿Las películas? No
es ningún top secret. “Django” (1966), de Sergio Corbucci, y “Pulp Fiction”
(1994), del propio Tarantino. Sesión doble, como en los viejos tiempos. Spaghetti
western de primero. Thriller salpicado de sangre, de segundo. Y de postre, tortas.
Ya sean proporcionadas por vaqueros mercenarios o por matones trajeados.
Por tan solo
nueve euros, conseguiremos disfrutar de este delicioso y nutritivo menú en
versión original subtitulada. Una velada con la que experimentar la sensación
de vivir, nuevamente, en un pasado ya demasiado lejano. Un tiempo donde nos
sentíamos exploradores de un mundo implacable. Los amos de la noche. Cuando
todavía pensábamos que la historia era interminable. Y no nos importaba el
color del dinero.
En las propias
taquillas de los Palafox podremos adquirir nuestro billete al pasado. Gracias a
“The Tarantino Experience”, como se ha bautizado la aventura, visionaremos la cinta
que ha inspirado al director en su más reciente film (“Django Desencadenado”). También
su más famosa obra. Una oportunidad que no deberíamos dejar pasar ni aunque
estuviéramos terroríficamente muertos.
Ahora, lo difícil,
es elegir con quién ir al cine. ¿Víctor o Victoria? Embarazosa decisión. Uno se
puede sentir acorralado. Esta vez, y dado el contenido violento de ambos
filmes, te recomendamos que no acudas con tu princesa prometida. Mejor con un
colega.
Aunque quién
sabe. Quizá, puedas pensar en recrear la experiencia por ti mismo. Solo en casa.
Tirar de sexo, mentiras y cintas de vídeo. Ser el único testigo de tus viejos
VHS. Solo para tus ojos. En una de esas aburridas tardes de perros de un
domingo cualquiera.
Desde aquí, te
invitamos a que te conviertas en uno de los nuestros. Si te he convencido,
amigo lector, cuenta conmigo.
Texto: Guillermo
Gil
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