sábado, 29 de diciembre de 2012

Eva H:“Las personas somos hache que hache o erre que erre”

ENTREVISTA

Perseguida siempre por una sonrisa e hipnotizada por la magia de Amelie Poulain, Eva Hinojosa, es autora del blog www.hachequehache.blogspot.com: una bitácora que utiliza “para hablar sin mover los labios”. Autora de dos libros: En busca de la felinidad y Toponimia Nimia, ejerce como periodista en la televisión autonómica de Aragón. Tiene muchas cosas que contar…  


                                               Eva Hinojosa 





Me cuesta levantarme por las mañanas y quizá dejaré de hacerlo si no tengo un estímulo, una idea para un relato, la corazonada de un encuentro, escucho una canción nueva o me hablan de un libro bestial. Por eso he abierto "hache que hache" Sin tu ayuda me quedaré irremediablemente dormida otra mañana más. Mi jefe y los demás peatones te lo agradecerán. 







Eva. A. ¿Qué es hache que hache?
Eva. H. Es un blog que se llama así. Todo nació porque mi apellido es Hinojosa y siempre tengo que decir lo de con hache... entre hache que hache y erre que erre, me imagine ese título.

E.A. La hache es muda y tengo entendido que eres un poco tímida…
E.H. Esa era la idea, una especie de clasificación muy sencilla de las personas. Algunas personas son erre que erre: hacen mucho ruido, siempre son el más popular… en fin, a los que más caso se les hace. Y hay otras personas más tímidas que pasan inadvertidas y no destacan por nada, serían las personas hache.

E.A. ¿Te consideras hache que hache?
E.H. Sí, soy tímida y además juego con mi apellido… Hace mucho tiempo que me llamaba Eva Hache y de repente apareció la humorista… tenía que haber patentado esto, pero bueno, ya es tarde. (Risas)

E.A. ¿Cómo se habla sin mover los labios?
E.H. Escribiendo, que es lo que más me gusta. Abrí el blog como una manera de comunicar, porque a veces es difícil comunicarse incluso con las personas que tienes más cerca. Hablamos de cosas que les pasan a los demás y no de nosotros mismos. Pensé que abriendo un blog era más fácil comunicar tus sentimientos o contar cosas que tienes ahí, que te apetece sacarlas y no sabes cómo.

E.A. ¿Es más fácil comunicarte con la gente  a través de un blog?
E.H. En mi caso, sí. Un blog es anónimo: puedes entrar desde tu casa, leer lo que quieras, incluso opinar. Es una buena herramienta para quien quiere decir algo y no encuentra cómo. Gratis, democrático, plural, libre…

E.A. ¿Qué es el paseante dominical?
E.H. Es una de las secciones del blog que escribo los domingos. Lo abrí porque me pareció que estuve muchísimos años perdiendo este día. Normalmente el domingo es el día que va antes de volver al trabajo, parece un día triste… Y dije: ¡De esto nada! Así que los domingos hago algo especial. ¡Los he recuperado! Ahora ya tengo siete días a la semana.

E.A. Dicen que en la vida hay que plantar un árbol, tener un hijo, y escribir un libro. Ya has escrito dos…
E.H. Y ha sido sin querer. El primero, En busca de la felinidad, es el nombre de un relato que publiqué en el blog. Trata de una gata que no para de maullar debajo de la ventana y nos preguntamos el porqué. Llegó alguien que quería abrir una editorial y me propuso escribir un libro con mis textos del blog, y dije: ¿estás loco? Nos metimos en este proyecto y salió un libro con ilustraciones de Álvaro Ortiz, que voy a contar yo… ¡es una monada!                                                                                                                              
El otro libro se llama Toponimia Nimia, adivinanzas sobre pueblos o costumbres aragonesas, salió a raíz de un programa de radio en el que participo, después de ir a hablar del libro. Así que cómo ves, todo ha sido la pescadilla que se muerde la cola.

E.A. ¿Se puede vivir de los libros en Aragón?
E.H. Como ves mi experiencia es muy pequeña… Si me preguntas a mí, te diré que no. Tienes que vender muchísimos libros, solo pueden grandes autores que vendan en toda España. Conozco a escritores aragoneses que tienen bastante prestigio y te puedo asegurar que no pueden vivir de los libros, el escritor recibe muy, muy poco. Es más el placer de tener tu obra escrita, que económicamente.


E.A. Además eres periodista, trabajas en Aragón Televisión ¿es el tipo de periodismo que imaginabas en la carrera?
E.H. Ni en la carrera, ni cuando tenía siete años y quería ser periodista. Lo tenemos muy idealizado: en las series o las películas que vemos siempre el periodista es el reportero que está en la guerra o descubriendo un montón de exclusivas…  y esto, no es así. El periodismo es muy bonito, tiene que ser vocacional porque si no es muy duro, ahora mismo estamos en una etapa muy difícil, donde las empresas y la publicidad son los que marcan los tiempos. Pero siempre ha habido periodistas y siempre hemos salido adelante.

E.A. ¿Existe la censura?
E.H. Sí. Existe la censura y la autocensura: mejor no digo esto, que te parece si digo lo otro… Lo primero es la publicidad, en el medio en el que estés. Existen muchos casos de empresas conocidas de las que nadie habla mal porque están manteniendo a muchos medios. Y la autocensura: es más fácil hacer periodismo en una gran ciudad que en un pueblo o en una ciudad pequeña, y Aragón… es un pañuelo. Pero hay grandes periodistas en Aragón, así que eso tiene más merito.

E.A. ¿Y en algún medio más que en otro (prensa, tv o radio)?
E.H. Ahora todos los medios están mal económicamente y no se la juegan. Quizá en televisión es donde más se note porque es lo que consumimos casi todos para informarnos, para entretenernos. A veces echas en falta ciertas cosas.

E.A. ¿Cómo operan las máquinas de censura en los grupos de comunicación?
E.H. Se supone que no se tiene que notar que están actuando y es a una escala que esta fuera de tu control. Tu solo sabes que hay ciertos temas que no se tocan. En tu trabajo diario, las cosas como son, no tenemos a alguien que nos está revisando cada palabra, solo que hay temas que sabes que tienes que tratar con cuidado o dárselos muy bien trabajados y con una investigación muy rigurosa.

E.A. ¿Hay algo que eches de menos en el periodismo?
E.H. Sí, en nuestra profesión solo gustamos cuando decimos lo que la gente quiere oír. Los periodistas pueden estar mal en su empresa, o ser desahuciados, o pasarles cosas como al resto de los aragoneses y españoles, y parece que no nos pasa nada: nadie habla de nosotros. Estaría bien que el ciudadano al que le servimos y estamos a su servicio también a veces se pusiera de nuestro lado.

E.A. ¿La libertad de expresión es todavía una asignatura pendiente en nuestro país?
E.H. No, se ha luchado mucho y realmente se habla de todo. Tenemos libertad de expresión pero… ¿tenemos suficientes medios para poder darle salida? Ahora mismo hay programas en televisión (que seguro que vemos los domingos por la noche en la sexta) con una persona que se está atreviendo a preguntar cosas que todos querríamos preguntar. Y muchos pensamos: ¿Cómo le dejan emitirlo? Nos sigue extrañando. Debería haber más programas así, eso sería… plural y dinámico.

E.A. ¿Si fueras la editora de un medio que noticia tendría que haber sido hoy portada en los periódicos?
E.H. Creo que deberíamos hacer hincapié en cómo estamos las personas. Olvidar un poco los bancos y lo que diga la señora Merker, o lo que le pase a tal entrenador, y no olvidarnos lo que está pasando en la puerta de al lado. A veces lo más cercano, que es lo que debería ser nuestra razón de informar, se nos olvida en pos de dos diputados jugando en lugar de votar. ¿Y que han votado? ¿Sabe usted que pueden recortar sus derechos? Deberíamos preocuparnos más por nosotros.

E.A. Algo que decir a los futuros periodistas…
E.H. Esta profesión es vocacional y es muy bonita, no os derrumbéis. A mí me gusta mucho el reportero de antes, tipo Alfonso Zapater, era un periodista investigador, también escritor, un hombre que siempre salía a la calle a recoger historias. Ahora salimos poco a la calle, lo que es una pena. Casi no hay tiempo para leer un periodismo echo así, a fuego lento. Pues ese periodismo esta en vuestra mano que vuelva, porque estamos en un momento de cambio.

E.A. Un verdadero placer escucharte. Gracias.  


Texto: Eva Aznar

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